Por: Jordiesh Damián Correa
Santo Domingo, 27 de julio de 2023- Desde pequeño siempre me había interesado por trabajar en una oficina. Me gustaba que mi padre me llevara a su trabajo y que me sentara a su lado, simulando que estaba escribiendo en una computadora apagada. Siempre le decía que de grande quería ser oficinista y desde hace una semana he tenido la oportunidad de cumplir ese sueño al participar en el campamento de verano de Cooperativa La Telefónica.
En dicho campamento se busca sacar el potencial y cualidades de cada integrante en los distintos departamentos de la empresa, y la verdad es que me la estoy pasando muy bien.
Para los que no me conocen, mi nombre es Jordiesh Damián Correa Hernández, estudiante de 5to año de nivel secundario y el pasado domingo 16 de julio mi padre me dijo que fui aceptado en el campamento de verano La Telefónica. Al principio no sabía qué hacer ya que nunca había tenido una experiencia de un campamento de verano y estaba muy confuso al respecto, pero al pasar el día mi emoción y mis expectativas fueron aumentando ya que esta cooperativa es un sitio que desde pequeño visitaba mucho y ahora yo estaría en la parte interna.
Les cuento que el primer día fue algo pesado ya que al tener que cambiar mi horario de sueño tan bruscamente no se me hacía nada fácil, recuerdo que todos estábamos callados, pero el silencio no era incómodo, más bien era un silencio de curiosidad, como si quisiésemos conocernos más. Tuvimos una charla que parecía eterna, pero era bastante interesante ya que nos daban la bienvenida a la cooperativa y nos servía mucho para mantenernos en el entorno.
Al segundo día tuvimos otra charla, pero el silencio había desaparecido por completo, estuvimos hablando entre todos sobre quiénes somos y pasamos buenos momentos con muchas risas, pero no eran simples risas, eran sentimientos de confianza que iban brotando a medida que más nos reíamos. Estuvimos hablando sobre algunos departamentos y el horario que íbamos a estar llevando en el transcurso del campamento.
En el tercer día fui a mi primer departamento, que era el departamento de Cumplimiento y, a pesar que leí bastante pude aprender muchísimo sobre el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo. La señorita a cargo y su compañera asistente nos acogió muy bien y cada vez que paso por los cubículos me gusta saludarlas porque fueron muy amables con nosotros.
El cuarto día fui al departamento de Gestión Humana, en el cual pude entender ciertos temas sobre los procesos de nómina, además del proceso de reclutamiento y toda la parte integral de la Cooperativa.
La verdad es que el campamento de verano hasta ahora, ha sido inolvidable y sin duda está siendo una de las mejores experiencias que he tenido, me gusta que sea educativo e interactivo, que no solo sea teoría y que la práctica sea sobre situaciones cotidianas, pues esto ayuda a entender las funciones y la importancia sobre cada departamento.
Hoy estoy escribiendo un artículo, en el departamento Social, Educación y Comunicaciones, pero solo Dios sabe lo que estaré haciendo el día mañana en esta cooperativa, que hoy me acoge con los brazos bien abiertos como mi segunda familia.