Por: Abdiel Enrique
Santo Domingo, 27 de julio de 2023– Hace un tiempo, antes de interesarme en el trabajo de mi papá, me gustaba y me sigue gustando la música, de hecho, cuando era pequeño tomaba las cucharas de mi abuela para tocar y a veces le rompía algunas, pero le pedía perdón y ella me perdonaba, luego me empezó a llamar la atención una profesión totalmente diferente y decidí trabajar con mi padre, a ver qué tal.
Mi padre es Ingeniero en sistemas y eso me gusta porque arregla y desarma computadoras como si nada y realmente quiero ser como él, pero ahora, gracias a la oportunidad de un campamento en Cooperativa la Telefónica teniendo un pequeño aprendizaje de verano, pude tener una visión más clara de mi vocación y aptitudes. Hasta ahora, quiero ser programador y trabajar en ciberseguridad.
Mi nombre es Abdiel Enrique, un adolescente que es cristiano y amante de la batería y otros instrumentos. Soy estudiante de 4to año de nivel secundario, tampoco soy muy común, aunque nadie lo es.
Mi vida empezó desde los 2 años, cuando me interesé por la música, especialmente en la batería. Mis padres se dieron cuenta de mi potencial y me inscribieron en clases de música, donde tocaba la batería y otros instrumentos. Luego de haber pasado las pruebas (no me creo profesional) se tocar muy bien Gracias a Dios, me alegro de todo el apoyo que mi familia me ha dado cada día, cada hora y cada segundo de mi vida.
Ahora que estoy viendo un ambiente de trabajo diferente, quiero esforzarme para llegar a ser como mi padre, una persona ejemplar y responsable, que ayuda a los demás sin ningún problema, también quiero ayudar a mi familia para que se sienta cómoda en todos los sentidos. Quiero ser un joven de valor, que dé la cara por su familia cada día.
Recuerdo el primer día que fui a un concierto a tocar, fue muy emocionante, lo he recordado todos los días y no paro de pensar en ello, junto con mis amigos, que en vez de amigos siento que son mi familia y me apoyan.
Tengo un padre ejemplar y una familia perfecta ¡No quiero nada más! Me alegro de que todo me vaya bien. Espero seguir así todos los días.