Santo Domingo, 09 dic-Un moderno Código Cooperativo permitirá retomar la vía cooperativa como aliada del pueblo y del Estado para generar innovación, emprendimientos y empleos.
La existencia y actividad de las cooperativas en República Dominicana con su carga de transformación financiera y social, ha sido objeto de muchas interpretaciones en torno a si deben ser reguladas como bancos o si lo adecuado es, tomando en cuenta su naturaleza solidaria y su perfil de sector de la economía social, deben ser reguladas por una legislación que tome en cuenta esas características.
El cooperativismo alcanza hoy día más de dos millones de personas dominicanas, organizadas en mas de mil cooperativas, muchas de ellas con notable actividad financiera y de responsabilidad social
El Consejo Nacional de Cooperativas ha reflexionado y plasmado en un documento, sus puntos de vista, ampliamente documentado (desde su perspectiva), para fijar postura.
El documento ha sido depositado en la redacción de Acento para que sirva de reflexión a las cooperativas, a sus asociados y al público general.
“Desde hace décadas se habla de la importancia y necesidad de un Código Cooperativo que ajuste la legislación aplicable a las cooperativas según su naturaleza y que propicie actividad productiva local que a la vez genere empleos dignos, desarrollo local y progreso social en las comunidades.
Surge la oportunidad en la República Dominicana de una nueva legislación para las cooperativas, un hito histórico por ser el primer Código Cooperativo en la región, con lo cual el país estará a la vanguardia, encabezado por sus dos instituciones cimeras, el Consejo Nacional de Cooperativas (Conacoop) y el Instituto público (que pasará a llamarse Dirección General de Cooperativas y Economía Solidaria–Digecoop), que serán reconocidas como instancias con clara visión prospectiva estratégica.
Hasta ahora las cooperativas se han tenido que conformar y adaptar a la legislación mercantil vigente en el mercado, aparte de una legislación cooperativa del siglo pasado, que plantea dilemas que limitan sus acciones para adelantar el desarrollo económico sostenible y al modelo cooperativo como opción.
La actual legislación no facilita la incidencia y no potencia la fortaleza de la integración. Un moderno Código Cooperativo permitirá retomar la vía cooperativa como aliada del pueblo y del Estado para generar innovación, emprendimientos y empleos. No vale que se pretenda obligar a escoger entre individualismo y solidaridad. La opción es clara por fortalecer las cooperativas en sus dos dimensiones: asociativa y empresarial. Así se nos presenta el futuro; y no se puede dejar pasar esta gran oportunidad. El compromiso histórico requiere y llama a cerrar filas por el nuevo Código Cooperativo Dominicano.
La propuesta surge de una profunda reflexión de más de un año en los campos jurídico, formal, legislativo y normativo. Trabajamos por la uniformidad de la legislación cooperativa, respetando las diferencias y enriqueciendo el marco jurídico con la experiencia de los diversos movimientos de diferentes países, dentro de los parámetros ya instituidos por el Derecho Cooperativo.
Se emprendió un esfuerzo para construir una estrategia de formación de equipos dirigenciales y gerenciales que analizara la situación de la legislación en el país. Con una asesoría internacional en la persona de don Félix J. Cristiá Martínez, dirigente puertorriqueño, profesor universitario y experto en derecho cooperativo, se realizaron decenas de sesiones de trabajo presenciales y virtuales. Como resultado se entrega al movimiento cooperativo al Congreso Nacional una pieza legislativa de avanzada que procede de un análisis compartido y de identificación de necesidades, con los siguientes objetivos:
Parte importante del compromiso fue reconocer la necesidad de superar factores negativos y la desarticulación del sector, así como valientemente se hizo hace dos décadas que permitió el resurgimiento y fortalecimiento del sector, bajo la orientación de un liderazgo preclaro y honesto.
Es significativo que la delegación oficial de la República Dominicana en la Conferencia Internacional del Trabajo respaldó activamente y votó favorablemente la Recomendación 193 del 2002 que, como instrumento internacional, dispone la obligación de los Estados de promover y apoyar las cooperativas. En ese espíritu se circunscribe el artículo 222 de la Constitución de la República Dominicana de 2015.
El desarrollo cooperativo dominicano requiere y merece un nuevo ordenamiento legal.El vigente del siglo pasado confronta a un mundo que ha cambiado y dado grandes saltos, superando dilemas y retos, pandemias, la adaptación tecnológica y la transición ecológica.
En los últimos años se amplió el interés para que las cooperativas tengan un clima propicio para su desarrollo, integrarlas en un solo cuerpo legal y con una política pública que las fomente como sistema económico que enaltece la iniciativa social propia y contribuya a una sociedad más justa que mejore el balance empresarial del país a través del desarrollo sostenible y el progreso social. La alternativa cooperativa genera una mayor producción de la riqueza y su distribución equitativa y democrática.
El movimiento cooperativo está listo para operar bajo una nueva y moderna legislación cooperativa, que será ejemplar y con el orgullo de la primicia que sea una ley dominicana.
El sector cooperativo clama por una legislación moderna y efectiva, y mediante la aprobación de un nuevo Código Cooperativo, con el consenso del cooperativismo dominicano, da un paso histórico y reafirma su respaldo y aspiración para que constituya uno de los pilares de la economía del país.
Para mejor comprensión, se exponen los principales atributos contenidos en el nuevo Código:
Un Código Cooperativo para el sector, además de constituir una pieza integradora de avanzada, debe no sólo actualizar la legislación que autoriza la constitución y operación de cooperativas, sino también facilitar la canalización de recursos de las familias cooperativistas hacia emprendimientos que propicien el empleo y la producción agrícola, artesanal e industrial, y servicios básicos en el país en general y las comunidades en particular. La reforma legal debe superar defectos de la actual legislación como son:
Además de lo antes dicho, tomamos en cuenta las siguientes consideraciones:
Demos el paso histórico tan importante y trabajemos todas las personas cooperativistas y ciudadanos de buena voluntad por el nuevo Código Cooperativo”.
Fuente, Acento.com